lunes, abril 27, 2009
A MI MADRE
Cuantas gracias te doy Madre, por haberme sostenido
en tu vientre nueve meses, y feliz haber nacido.
Hoy yo me pongo a pensar, de qué manera podría
llamar la atención al mundo, de tanta hipocresía.
¡La pena de muerte no, hay que respetar la vida!.
Que aunque sea un asesino, puede arrepentirse un día.
¡La pena de muerte existe!, solo para los inocentes.
Que en el vientre de su madre, estos, no matan ni mienten.
Tú, madre que has decidido, quitarle a tu hijo la vida.
Que es parte de tus entrañas, ¡te pesará mientras viva!.
Es triste ver al gobierno, votar la ley del aborto.
Queriendo así cambiar, una vida por un voto.
¿Y los médicos abortistas, que prometieron un día
luchar con todas sus fuerzas, para mantener la vida?.
Esto es amor al dinero, que por su cuenta corriente,
siguen matando y matando, a bastantes inocentes.
Que el dinero recaudado, por tan malas artimañas,
se conviertan en ratones, que corroan sus entrañas.
Que conciencia endurecida, tienen todos estos doctores.
Yo les traería de postre, un par de fetos.. con flores.
Muchos médicos que han hecho, un buen trabajo en el día.
Llegan a casa contentos, por haber salvado una vida.
Como llegarán a casa, estos médicos abortistas.
¿Alegrándose tal vez, por destruir muchas vidas?.
Cuando en el parlamento, pidan el voto a los presentes.
Todos los que voten Si, Dicen: Muerte al inocente.
Soy padre de cinco hijos, y de otro que murió con cuatro días.
¡Cuánto hubiera yo pagado, por retenerlo con vida!.
Hoy estoy tan orgulloso, de verlos a todos casados.
Ya, me han dado siete nietos, ¡¡Gloria a Dios por los regalos!!.
Autor: Juan Antonio Pérez Martínez
FELIZ CUMPLEAÑOS
Este 1º de mayo, cumple un año más de vida nuestro Asesor Espiritual Padre Pbro. Santiagpo Gonzales Gamonal, y toda la comunidad Parroquial "Santa Maria Magdalena" de Eten y Puerto Eten, le saludan cordialmente deseandole muchas bendiciones para que siga al frente de este su rebaño.
¡¡¡FELIZ CUUMPLEAÑOS, PADRE SANTIAGO!!!
BENDICIONES
En nuestro Asesor se hace presente el mensaje de nuestro Sumo Pontifice "Para que los cristianos que trabajan en los territorios donde son más trágicas las condiciones de los pobres, de los débiles y de los niños, sean un signo de esperanza con su intrépido testimonio del Evangelio de la solidaridad y del amor. BENEDICTO XVI
QUE LA VIRGEN, NUESTRA MADRE SANTISIMA LO BENDIGA SIEMPRE
viernes, abril 17, 2009
CRISTO RESUCITÒ, ALELUYA
“Si Cristo no hubiera resucitado, vana sería nuestra fe” (I Corintios 15,14)
Nuestra Fe Cristiana se fundamenta en la Resurrección de Cristo, pues creemos en un Cristo Resucitado, en un Cristo Vivo, es por ello que la celebración de la Semana Santa, la Semana Mayor, es muy especial, incluso más que la Navidad, me atrevería a decir.
Este gran acontecimiento de la Resurrección es único y muchos pueden (¿o podemos?) dar testimonio de ello.
Meditemos en cada uno de los personajes TESTIGOS de este acontecimiento:
María Magdalena
(Mt. 28, 1-10)
La mujer juega un papel muy importante en la Iglesia y no el de ser “comunicadora” presisamente, como más de una vez habremos bromeado en nuestras comunidades, sino que, su servicio y su prudencia al ejercerlo, hacen de ese servicio un privilegio.
Mientras María y las otras mujeres iban a cumplir su labor, al encuentro del Maestro, pero es Él quien sale a encontrarse con ellas.
Es curioso como la fragilidad de las mujeres las hace a la vez fuertes ante una dificultad, cuántos de nosotros abandonamos, por mas cristiana que sea, nuestra misión, cuando se torna difícil, ellas en cambio, en medio de llantos, deciden ir a cumplir con lo encargado, porque se trata de Jesús, le saben dar su valor y Él les sabe corresponder, haciéndoles partícipe de una inmensa alegría… la dolorosa labor de asistir el cuerpo yaciente del Maestro, se convierte en la Jubilosa Tarea de ANUNCIAR SU RESURRECCIÓN. Muy bien merecido chicas - “solo quien sea capaz de soportar dicha prueba y no tirar la toalla, se merece tremenda Misión”.
Pedro y Juan
(Jn. 20, 3-10)
Ambos corrian al sepulcro a “ver” que pasaba, a tratar de entender lo contado por las mujeres ¿cómo es eso que el Maestro no está?.
Llega Pedro y entra al sepulcro y efectivamente, el Señor no estaba, sin más reflexión que el asombro al ver la escena, se va.
Juan, quien se había adelantado, pues era un Joven (emprendedor, entusiasta, curioso), pero no hacía las cosas por hacer, sino que todo era, se podría decir, friamente calculado, tanto asi que al llegar y ver lo que seguramente iba a comprobar lo dicho por las mujeres, se detiene, reflexiona y ya preparado, se dispone a entrar, a diferencia de Pedro, este discípulo no solamente “ve”, sino que “mira”, observa cada detalle que es capáz de describirlo en un posterior libro evangélico, observa con tal sutiliza que es capáz de sacar de ello su particular conclusión, no comprobar lo que le “habían contado”, sino entender por si mismo lo ocurrido - vio y creyó - esto hace de Juan un testigo del acontecimiento, luego, sigue reflexionando (¿qué? ¿no que era entusiasta?, para que vean que por más Joven alocado que sea, sabía lo que hacía y en el momento en que lo hacía).
Los Guardias
(Mt. 28, 4 . 11-15)
Sí, los guardias también fueron testigos de lo ocurrido, vieron lo acontecido, se atemorizaron, pero no entendieron nada, al menos algunos de ellos, quienes no le dieron la real importancia a lo ocurrido, un hecho fantástico, impresionante, paranormal - si se quiere - pero no trascendente en sus vidas, con muchas inquietudes en sus cabezas (no en su corazón, pues no se dieron chance de meditar el hecho), fueron ante quien, debería darles respuesta, los sabios, los que saben de profesías y esas cosas, pero no recibieron más que el peso de otra roca, una roca que no tendrían que custodiar, sino que la llevarían sobre sus hombros y los detendría en el camino hacia la Verdad Plena… y la duda se convirtió en mentira.
Llámese a esa roca, dinero, placer, comodidad, todo lo que sea ofrecido por la frivolidad y la irreflexión (el mundo), aquello que te estancaría en una metira, aquello por lo que serías capaz de dejar de buscar esa Felicidad, esa Verdad, aquello por lo que serías capaz de engañar… de engañarte a ti mismo.
Los otros, pocos, muchos, no lo se, seguro que si se dispusieron a la reflexión, seguro que no fueron capaces de cargar con esa piedra tan pesada de la mentira y seguro que si acudieron a quienes les puedan ofrecer verdaderas respuestas: al amor y a la esperanza (la iglesia).
Los Discípulos de Emaús
(Lc. 24, 13-35)
¿En qué se diferencia el camino de Jerusalén a Emaús y el de Emaús a Jerusalén? Parece una pregunta capciosa, pues sabemos que la distancia es la misma.
El camino de Jerusalén a Emaús es un camino duro, lleno de tristeza y desconsuelo, literalmente es un atardecer… se murió Cristo, se murieron sus esperanzas y todas sus espectativas por un mundo mejor, sin embargo, esa Esperanza sale a su encuentro, el Consuelo de su desconsuelo está allí, con ellos, lo escuchan, lo sienten, pero no lo ven, las lágrimas no les permiten ver, de entre el desierto, el maravilloso Oasis que tienen antes sus ojos, el atardecer les impide reconocer a Quien les trae la Buena Nueva, necesitan luz y esa luz viene en forma de Pan.
El camino de Emaús a Jerusalén es un camino iluminado - a pesar de ser ya muy tarde - es un camino iluminado por la alegría, por el gozo de la Gran Noticia, es un camino igual de accidentado pero en otra dirección, no en dirección a la felicidad, sino hacia el anuncio de ella, felicidad de la que ¡ya! son partícipes. Estos personajes pasan de ser siluetas en la penumbra a ser “Portadores de la Luz”.
Los Once
(Mc. 16, 10 ; Lc. 24, 33-43)
Los once, estaban tristes y llorosos por la muerte de Jesús, cuánto más lo estarían al escuchar desvariar a unas mujeres que aseguran no solo que Cristo está vivo, sino que lo habían visto, ¡pobrecitas! - dirían - aún no lo superan, están peor que nosotros.
El no creer a los testigos, es no creerle a Cristo mismo, pues Él ya lo había anunciado, se podría esperar de cualquiera, ¿pero ellos?, ellos convivieron con el Maestro… ¡si! pero no habían entendido nada.
Lo que si sabían y de buena fuente, es a vivir el Amor, la comunidad, tanto que ha pesar de la negación de Pedro y de que entre ellos no tuviesen cara para mirarse por la culpa que sentían, estaban juntos, recibían la fortaleza necesaria - mas no suficiente - para ese momento de llanto. Pero, tuvo que venir Él mismo, el Maestro, a enjugar sus lágrimas, nadie le gana en gestos a Jesús, es tan detallista, ellos tratando de demostrarse amor en los momentos difíciles y el Amor haciéndose presente en medio de ellos.
Ya no es la tristeza y el llanto lo que inmoviliza a los discípulos, sino la alegría y el asombro que los detiene a contemplar tan maravilloso suceso.
Todo eso pasó en un solo día, sin embargo, el evangelio se actualiza en:
Pablo
Hech. 9, 1-16 ; 22, 14-15 ; I Cor. 15, 14-22
¿Testigo de la Resurrección? ¿Cómo, si no había conocido a Cristo en persona?
Cómo que no, Pablo afirma - “Si Cristo no hubiera resucitado, vana sería nuestra fe” - su fe la fundamenta en la Resurrección de Cristo, algo que para él es real, no se lo han contado, sino que él mismo da testimonio de lo que ha “visto y oído”… y es capaz de dar su vida por defender la Verdad…
Nosotros
… Un verdadero Cristiano, no es un cuentacuentos que se sabe partes de la Biblia, sino que es un testigo de lo ocurrido ese domingo de Pascua, es un testigo de la Resurrección de Cristo y da tetimonio de eso.
No se que tipo de testigo eres, si como Magdalena que afronta el sufrimiento y es capaz de escuchar, en medio del llanto, la voz de su Señor que la llama por su nombre; o como Pedro y Juan que buscan comprobar si es cierto o no, algunos se dejan llevar por lo “evidente”, otros se detienen a reflexionar; como los de Emaús, que después de su encuentro con el Señor, deciden cambiar de sentido, mas no de camino; como los Once, que buscan consuelo en el amor de las demás personas y encuentran en ello al gran Amor; o porque no decirlo, como los Guardias, algunos, viendo acontecimientos importantes en su vida, pretenden darles explicación, acudiendo a horóscopos, adivinaciones, etc. y estas los detienen en su búsqueda prometiéndoles amor, dinero y salud, o los otros que son capaces de buscar la Verdad en donde si la encontrarán.
Sea como sea, un Cristiano debe ser TESTIGO de lo acontecido en su propia vida, no de lo que los demás le han contado, sino de lo que él mismo ha “visto y oído”, un Cristiano debe dar TESTIMONIO de sus encuentros con el Señor que Vive, un Cristiano debe dar testimonio de lo que el Señor a hecho en su vida, pues las cosas pasan por algo, nada sucede por casualidad, sino por causa-lidad, por una causa.
Que seamos capaces de reflexionar los pequeños o grandes detalles que nos regala Nuestro Señor en cada momento de nuestra vida y que María, nuestra Madre, nos tome de su mano en este encuentro-anuncio de Cristo Vivo.
ACTUACION POR SEMANA SANTA
Tras azotar a Jesús, insultarlo, maltratarlo y echarle en cara el hacerse llamar el "Rey de los Judíos", se inició el recorrido por las principales calles: Bolognesi, Pedro Ruiz, 8 de octubre, Mariscal Castilla hasta llegar al colegio 11028 "Teniente Pinglo Chunga" y regresar por 28 de julio para empalmar nuevamente con Bolognesi.
Todo el camino, el joven Miguel Ángel --que hacia de Jesucristo-- fue descalzo y ya vestido con una bata blanca pero ensangrentada. En el camino lo ayudó Simón de Cirene, mientras los soldados lo azotaban y se burlaban de él: "camina imbécil", "¿no eres el rey?, sálvate pues", le decían. Según cuenta la historia, Simón pasaba por las cercanías de Jerusalén y se encontró con Jesús cargando con la Cruz salvadora, abrumado por el peso. Simón venía del campo y pasaba por aquel lugar situado fuera ya de las murallas de la ciudad y próximo al montículo del Calvario. Allí, se encontró con el dolor de Cristo y se convirtió.
También se escenificó el acercamiento de su madre María para limpiarle el rostro. Los jóvenes etenanos parecían actores consagrados y ello se reflejó en la gran cantidad de gente que los siguió. Con Jesús también iban los condenados a muerte con el Mesías, representados por Rufino Llontop (ladrón malo) y Carlos Velásquez Ángeles (ladrón bueno). Ellos también cargaban su cruz y eran azotados por los soldados que iban a pie y a caballo.
En el atrio del Templo tuvo lugar la crucifixión y la pronunciación de las últimas palabras del Salvador. Los etenanos seguían paso a paso cada palabra y su respectiva representación y musicalización, mientras se narraba pasajes del evangelio. Tras su última palabra y consecuente muerte, se escuchó los truenos y desde arriba del templo se lanzaba agua en señal de lluvia. La población no salía de su asombro al ver la magistral preparación de los jóvenes y empezaron a aplaudirlos y comentar lo bien que había salido todo.
Sin embargo, aún faltaba más. Un soldado se acercó y dijo: "en verdad este hombre era el Rey de los judíos". Luego se representó la bajada de los cuerpos de los ladrones y el pedido de José de Arimatea para guardar el cuerpo de Jesús. En la Biblia, Lucas lo describe como una persona buena y honrada que aguardaba el reino de Dios; Juan lo señala como un discípulo clandestino por miedo a las autoridades judías; Marcos lo describe superando los temores en su cita: armándose de valor reclama el cuerpo del Maestro. Vale recordar que fue el único que reclamó el cuerpo, los apóstoles desolados y confundidos --a excepción de Juan-- se habían escondido. La fiesta de San José de Arimatea es el 17 de marzo, y al haber dado sepultura al cuerpo de Cristo la tradición lo hizo patrono de embalsamadores y sepultureros.
La sepultura tuvo lugar en un espacio acondicionado al costado derecho del atrio del templo, en uno de los jardines y nuevamente los aplausos coronaron el esfuerzo de los jóvenes
lunes, abril 06, 2009
SEMANA SANTA en Ciudad Eten
LA PARROQUIA "SANTA MARIA MAGDALENA" DE CIUDAD ETEN
El Misterio Pascual
"En el misterio pascual, Dios Padre, por medio del Hijo en el Espíritu Paráclito, se ha inclinado sobre cada hombre ofreciéndole la posibilidad de la redención del pecado y la liberación de la muerte". ( Juan Pablo II )
«Y se humilló a sí mismo, obedeciendo hasta la muerte y muerte de cruz. Por lo cual Dios lo exaltó y le dio el Nombre que está sobre todo nombre». Flp 2,8-9
semana santa - vaticano 2009
el Calendario Liturgico ed Semana santa
preparacion y celebracion de las Fiestas Pascuales
Carta circular dada en la sede de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos
la Dolorosa Pasion de Nuestro Señor Jesucristo
unamonos a las Actividades de Nuestra Parroquia
domingo, abril 05, 2009
DOMINGO DE RAMOS
El Domingo de Ramos abre solemnemente la Semana Santa, con el recuerdo de las Palmas y de la pasión, de la entrada de Jesús en Jerusalén y la liturgia de la palabra que evoca la Pasión del Señor en el Evangelio de San Marcos.
En este día, se entrecruzan las dos tradiciones litúrgicas que han dado origen a esta celebración: la alegre, multitudinaria, festiva liturgia de la iglesia madre de la ciudad santa, que se convierte en mimesis, imitación de los que Jesús hizo en Jerusalén, y la austera memoria - anamnesis - de la pasión que marcaba la liturgia de Roma. Liturgia de Jerusalén y de Roma, juntas en nuestra celebración. Con una evocación que no puede dejar de ser actualizada.
Vamos con el pensamiento a Jerusalén, subimos al Monte de los olivos para recalar en la capilla de Betfagé, que nos recuerda el gesto de Jesús, gesto profético, que entra como Rey pacífico, Mesías aclamado primero y condenado después, para cumplir en todo las profecías. .
Por un momento la gente revivió la esperanza de tener ya consigo, de forma abierta y sin subterfugios aquel que venía en el nombre del Señor. Al menos así lo entendieron los más sencillos, los discípulos y gente que acompañó a Jesús, como un Rey.
San Lucas no habla de olivos ni palmas, sino de gente que iba alfombrando el camino con sus vestidos, como se recibe a un Rey, gente que gritaba: "Bendito el que viene como Rey en nombre del Señor. Paz en el cielo y gloria en lo alto".
Palabras con una extraña evocación de las mismas que anunciaron el nacimiento del Señor en Belén a los más humildes. Jerusalén, desde el siglo IV, en el esplendor de su vida litúrgica celebraba este momento con una procesión multitudinaria. Y la cosa gustó tanto a los peregrinos que occidente dejó plasmada en esta procesión de ramos una de las más bellas celebraciones de la Semana Santa.
Con la liturgia de Roma, por otro lado, entramos en la Pasión y anticipamos la proclamación del misterio, con un gran contraste entre el camino triunfante del Cristo del Domingo de Ramos y el Viacrucis de los días santos.
Sin embargo, son las últimas palabras de Jesús en el madero la nueva semilla que debe empujar el remo evangelizador de la Iglesia en el mundo.
"Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu". Este es el evangelio, esta la nueva noticia, el contenido de la nueva evangelización. Desde una paradoja este mundo que parece tan autónomo, necesita que se le anuncie el misterio de la debilidad de nuestro Dios en la que se demuestra el culmen de su amor. Como lo anunciaron los primeros cristianos con estas narraciones largas y detallistas de la pasión de Jesús.
Era el anuncio del amor de un Dios que baja con nosotros hasta el abismo de lo que no tiene sentido, del pecado y de la muerte, del absurdo grito de Jesús en su abandono y en su confianza extrema. Era un anuncio al mundo pagano tanto más realista cuanto con él se podía medir la fuerza de la Resurrección.
La liturgia de las palmas anticipa en este domingo, llamado pascua florida, el triunfo de la resurrección; mientras que la lectura de la Pasión nos invita a entrar conscientemente en la Semana Santa de la Pasión gloriosa y amorosa de Cristo el Señor
http://images.google.com.pe/url?source=imgres&ct=tbn&q=http://fgarcia.diariolibre.com/wp-content/uploads/2008/03/domingo-de-ramos.jpg&usg=AFQjCNFrrE8FiZy6K935fQAykyuEyYiqPg
En este día, se entrecruzan las dos tradiciones litúrgicas que han dado origen a esta celebración: la alegre, multitudinaria, festiva liturgia de la iglesia madre de la ciudad santa, que se convierte en mimesis, imitación de los que Jesús hizo en Jerusalén, y la austera memoria - anamnesis - de la pasión que marcaba la liturgia de Roma. Liturgia de Jerusalén y de Roma, juntas en nuestra celebración. Con una evocación que no puede dejar de ser actualizada.
Vamos con el pensamiento a Jerusalén, subimos al Monte de los olivos para recalar en la capilla de Betfagé, que nos recuerda el gesto de Jesús, gesto profético, que entra como Rey pacífico, Mesías aclamado primero y condenado después, para cumplir en todo las profecías. .
Por un momento la gente revivió la esperanza de tener ya consigo, de forma abierta y sin subterfugios aquel que venía en el nombre del Señor. Al menos así lo entendieron los más sencillos, los discípulos y gente que acompañó a Jesús, como un Rey.
San Lucas no habla de olivos ni palmas, sino de gente que iba alfombrando el camino con sus vestidos, como se recibe a un Rey, gente que gritaba: "Bendito el que viene como Rey en nombre del Señor. Paz en el cielo y gloria en lo alto".
Palabras con una extraña evocación de las mismas que anunciaron el nacimiento del Señor en Belén a los más humildes. Jerusalén, desde el siglo IV, en el esplendor de su vida litúrgica celebraba este momento con una procesión multitudinaria. Y la cosa gustó tanto a los peregrinos que occidente dejó plasmada en esta procesión de ramos una de las más bellas celebraciones de la Semana Santa.
Con la liturgia de Roma, por otro lado, entramos en la Pasión y anticipamos la proclamación del misterio, con un gran contraste entre el camino triunfante del Cristo del Domingo de Ramos y el Viacrucis de los días santos.
Sin embargo, son las últimas palabras de Jesús en el madero la nueva semilla que debe empujar el remo evangelizador de la Iglesia en el mundo.
"Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu". Este es el evangelio, esta la nueva noticia, el contenido de la nueva evangelización. Desde una paradoja este mundo que parece tan autónomo, necesita que se le anuncie el misterio de la debilidad de nuestro Dios en la que se demuestra el culmen de su amor. Como lo anunciaron los primeros cristianos con estas narraciones largas y detallistas de la pasión de Jesús.
Era el anuncio del amor de un Dios que baja con nosotros hasta el abismo de lo que no tiene sentido, del pecado y de la muerte, del absurdo grito de Jesús en su abandono y en su confianza extrema. Era un anuncio al mundo pagano tanto más realista cuanto con él se podía medir la fuerza de la Resurrección.
La liturgia de las palmas anticipa en este domingo, llamado pascua florida, el triunfo de la resurrección; mientras que la lectura de la Pasión nos invita a entrar conscientemente en la Semana Santa de la Pasión gloriosa y amorosa de Cristo el Señor
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